En el musical de Chicago,
que por estos días se presenta en Bogotá, Andrea Guzmán se roba el 'show' con
esa manera de encarnar a la asesina Velma Kelly. Además, mientras hace gozar al
público, carga el drama de la muerte de su padre, José Hugo Guzmán,.... el luto
va por dentro.
¿Contempló la posibilidad de no presentarse en el
musical?
Siempre tuve claro
que iba a cumplir. Cuando falleció mi papá, mi angustia era no poder ir al
ensayo; y aunque me dijeron que me tomara ese día y el siguiente, lo enterré e
inmediatamente me fui al teatro. Era un homenaje para mi padre. Él siempre se
sintió muy orgulloso de mí.
¿Cómo fueron los últimos momentos con su padre?
Él estaba
inconsciente pero nos escuchaba todo. Un día antes de su partida le dije:
'¡Papá, despiértate porque voy a estrenar Chicago y necesito que estés ahí! ¡Es
muy importante que vengas a verme! Hubiera deseado con todo el corazón que me
acompañara. Al otro día nos cogió a todos por sorpresa la noticia y fue muy
duro. Nos despedimos de alguna manera pero no con la conciencia de que se iba a
morir.
“Creo que he sido más
valiente de lo que imaginé. Estoy segura de que es mi papá quien me ayuda para
poder continuar".
¿Quiénes de su familia asistieron a ver Chicago?
Mis hermanos, mis
sobrinos, mi mamá, mi esposo; fue un gesto muy bonito porque habían pasado solo
dos días. Fue decirle: ¡Papá, tú estás acá!".
Andrea Guzmán fue la
actriz que en Colombia se llevó los elogios de la crítica por su excelente
actuación. Sin ser cantante ni bailarina, sobresalió en medio de expertos en
estas artes como su compañera Stephanie Cayo. "Los protagonistas somos
tres (junto a Juan Pablo Espinosa). Yo venía de un momento en el que no estaba
muy vigente porque viví fuera del país, mientras que Stephanie está haciendo
una telenovela. Ha sido una sorpresa para muchos darse cuenta de que yo canto;
el que a algunos les haya gustado mi trabajo no quiere decir que el de ella no
haya sido maravilloso".
¿Qué proyecto viene ahora para Andrea?
Este 28 de abril se
estrenará La captura, la primera película que Dago García hace con un tono
distinto a la comedia. Yo soy una lavandera y conmigo actúan Fernando Solórzano
y Juan Pablo Franco.
Desde hace 20 años
Andrea es actriz, y a pesar del tiempo, pareciera que tuviera la eterna
juventud.
Un dolor de espalda
acabó con la vida de don José en tan sólo dos días, pero no acabo con su pasión
por el arte sobre las tablas -el teatro-.
Por: Johan Manuel Uriza
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